Hay una historia no muy lejos de aquí,
que no tiene inicio ni tampoco final,
y la cuentan, los viejos del lugar.
Y la ventana a través del cristal,
me grita el recuerdo que ya no habrá piedad
a los hombres. No quiero recordar.
El viento mece un columpio vacío
y solo pienso, trabajar por un sustento,
y quizás …algo más.
Otro golpe más
aún puedo aguantar.
Una muesca más que apuntar.
Pero qué más da,
si siempre es igual.
Cuando vendrá un as….sin marcar. Sin marcar.
Yo quiero jugar, pero esta vez, yo quiero tener, cartas sin marcar.
Yo quiero jugar, pero esta vez, yo quiero tener, cartas sin marcar.
Cartas sin marcar.
Ya no me queda nadie a quien recurrir,
la sombra del viento dejaré tras de mí
y a lo lejos, la isla del porvenir.
La gente dice que el viaje me traerá
una tumba sin nombre a la que nadie vendrá,
o el silencio, en el fondo del mar.
La guerra y el hambre que quitaron la fe.
Y ya no puedo, no me queda agua en los ojos.
Qué más puedo perder.
Otro golpe más
aún puedo aguantar.
Una muesca más que apuntar.
Pero qué más da,
si siempre es igual.
Cuando vendrá un as….sin marcar. Sin marcar.
Yo quiero jugar, pero esta vez, yo quiero tener, cartas sin marcar.
Yo quiero jugar, pero esta vez, yo quiero tener, cartas sin marcar.
Cartas sin marcar.